domingo, 26 de diciembre de 2010

EL DESPERTAR DE LA CONCIENCIA

Es necesario saber que la humanidad vive con la conciencia dormida. Las gentes trabajan soñando. Las gentes andan por las calles soñando, las gentes viven y mueren soñando.
FASCINACÓN.
 La causa del sueño profundo en que vive la humanidad es la FASCINACIÓN.
 Las gentes están fascinadas por todas las cosas de la vida. El borracho en la cantina está fascinado por el alcohol, el local, el placer, los amigos y las mujeres. La mujer vanidosa está fascinada ante el espejo por el encantamiento de sí misma. El rico avaro está fascinado por el dinero y las propiedades. El honrado está fascinado en la fábrica por su duro trabajo. El padre de familia está fascinado en sus hijos. Todos los seres humanos están fascinados y sueñan profundamente. Cuando manejamos un coche nos acostumbramos al ver a las gentes arrojarse sobre las avenidas y calles sin importarles el peligro de los coches . Otros se lanzan francamente bajo las ruedas de los automóviles. Pobres gentes ...andan dormidas...parecen sonámbulas, andan soñando con peligro para sus propias vidas. Cualquier clarividente puede verles sus sueños. Las gentes sueñan en todo aquello que las tiene FASCINADAS.
EL SUEÑO.
 Durante el sueño, el EGO se escapa del cuerpo físico. Esta salida del EGO es necesaria para que el cuerpo vital pueda reparar el vehículo físico. En los mundos internos el EGO anda soñando se lleva sus sueños a los mundos internos. En los mundos internos el EGO se ocupa de las mismas cosas que lo tienen fascinado en el mundo físico. Así vemos al carpintero durante el sueño en su carpintería, al herrero en su herrería, al borracho en la taberna o cantina, a la prostituta en la casa de sus placeres, entregada a la lujuria, Viven todas esas gentes en los mundos internos como si estuvieran en el mundo físico. A ningún viviente se le ocurre preguntarse a sí mismo durante el sueño si está en el mundo físico o en el astral. Los que  se han hecho semejante pregunta durante el sueño, han despertado en los mundos internos, entonces con asombro han podido estudiar todas las maravillas de los MUNDOS SUPERIORES. Solo acostumbrándonos a hacernos semejante pregunta de instante en instante durante el estado llamado de vigilia podemos llegar a hacernos semejante pregunta durante las horas entregadas al sueño. Es claro que durante el sueño repetimos todo lo que hacemos durante el día; si durante el sueño nocturno, estando fuera del cuerpo, resultaremos repitiéndonos la misma pregunta. El resultado será el despertar de la conciencia.

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